Pidiendo su nombre
Abrió la puerta de entrada y descubrió que doce policías uniformados la estaban esperando. Ese fue el momento en que comenzó a sentir cierto nerviosismo dentro suyo. Cheryl no sabía que algo iba a suceder que cambiaría sus vidas para siempre.
Caos absoluto
Al observar los uniformes que usaban los agentes de policía, Cheryl se enteró de que provenían de la Oficina Federal de Investigación. Ellos le pidieron permiso para entrar. Y Cheryl, que no tenía idea de lo que estaba pasando, simplemente los dejó pasar.