Nadia no podía decírselo a su familia
Nadia era consciente que no podía decirles la idea de salir de Rumania a sus padres, ya que ellos estarían en contra en fronte a tal decision. Solo decidió explicarle a su hermano pequeño y a su mujer. Le dijeron que tomaría una buena decisión, encontrar una vida mucho mejor y luchar por sí sola. Asi que Nadia, alentada ante tales palabras decidió seguir adelante con su idea inicial. Sin dudarlo dos veces, contactó con Constantin y los dos planearon la organización de los viajes y su estrategia de huida. Nadia no las tenia todas consigo, no se fiaba mucho de Constantin, pero su hermano investigo sobre el y comprobó que Constantin era totalmente sincero
Fué todo un gran éxito
Pese a las dudas iniciales, Nadia consiguió llegar a la frontera de Hungría en medio del invierno frío de Europa. Los controles fronterizos de Hungria, reconocieron de manera rápida a la famosa gimnasta, pero en vez de detenerla, le ofrecieron una manta y prepararon el traslado ante la embajada de Austria. El siguiente paso fue entrar en Viena. En ese pais, pudo tomar contacto con Panait, y los dos obtuvieron los billetes de avión para viajar hasta la ciudad de Nueva York. Sus metas no paraban de lograrse.