De nuevo juntos por el destino
Nadia estaba más tranquila y su vida mejoraría cuando Ziert le ofreció el número de teléfono de Bart Conner. Las llamadas eran cada vez más habituales y largas, y su amistad apareció. Bart le ofreció trabajo para que lo ayudara a crear y dirigir una gran escuela de gimnasia. Nadia se sentía feliz y no dudo ni un momento en aceptar la suculenta oferta. Su relación fue cada vez mejor y parecía que Nadia por fin había encontrado su lugar en Estados Unidos.
El beso que los unió para siempre
Hace muchos años Bart y Nadia compartieron un bonito instante, en el que el le daba un beso en la mejilla. Parecían hechos el uno para el otro, y después de tantos años y ahora que estaban diariamente en contacto, empezaron una relación. La guinda del pastel aparecio en 1994 en Amsterdam, donde Bart finalmente unió todo su valor para decirle a Nadia que era el amor de su vida y que quería casarse con ella. Nadia estaba muy feliz y le dijo que sí. Ella y Bart se casaron justo después de que la dictadura cayera en rumania, así que decidieron aprovechar la ocasión y se casaron en Bucarest, la ciudad donde nacieron.